Historia
El uso del níquel se remonta aproximadamente al siglo IV a. C., generalmente junto con el cobre, ya que aparece con frecuencia en los minerales de este metal. Bronces originarios de la actual Siria tienen contenidos de níquel superiores al 2%. Alrededor del año 190 a. C., durante los reinados de Euthydemus II, Agathocles y Pantaleon se utilizó en Bactriana para fabricar monedas una aleación de color blanco, semejante a la plata, formada por cobre con el 20% de níquel, semejante al cuproníquel actual. Manuscritos chinos sugieren que el «cobre blanco» se utilizaba en Oriente hacia 1700 al 1400 a. C.; sin embargo, la facilidad de confundir las menas de níquel con las de plata, y la existencia de otras aleaciones de color blanco induce a pensar que en realidad el uso del níquel fue muy posterior.
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Los minerales que contienen níquel, como la niquelina, se han empleado para colorear el vidrio. En 1751 Axel Frederik Cronstedt, intentando extraer cobre de la niquelina, obtuvo un metal blanco que llamó níquel, ya que los mineros de Hartz atribuían al «viejo Nick» (el diablo) el que algunos minerales de cobre no se pudieran trabajar; y el metal responsable de ello resultó ser el descubierto por Cronstedt en la niquelina, o Kupfernickel, diablo del cobre, como se llama aún al mineral en idioma alemán. ​
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Hoy en día es muy frecuente encontrarlo en las monedas de cualquier país, donde debido a su elevado coste se alea con cobre. Estas monedas suplantaron a las de plata alrededor de mediados del siglo xx, provocando en ocasiones confusión. Algunos ejemplos son los cinco céntimos de Estados Unidos o el disco interno de una moneda de un euro.
La primera moneda acuñada níquel puro fue la de 20 céntimos de Suiza, en 1881.5​
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Estructura
Usos
El níquel se usa como un revestimiento decorativo y protector para metales, particularmente hierro, aluminio y acero, que son susceptibles a la corrosión. La lámina de níquel es depositada por electrólisis en una solución de níquel.
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Se usa en la fabricación de pilas de Ni-Cd y en multitud de componentes electrónicos.
El níquel se usa principalmente en forma de aleaciones que tienen infinidad de aplicaciones cuando interesa controlar la dilatación, conferir propiedades mecánicas especiales, aumentar la resistencia a la corrosión, disponer de cualidades magnéticas específicas o disminuir la conductividad eléctrica.
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Estas aleaciones se emplean para la fabricación de partes del automóvil como ejes, frenos, engranajes, válvulas y rodamientos, resistencias eléctricas, transformadores, telas metálicas, chasis de instrumentos de precisión, aparatos para criogenia, etc.
Las aleaciones de cuproníquel usadas para las monedas tienen un de 25% de níquel y un 75% de cobre.
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El níquel finamente dividido absorbe 17 veces su volumen de hidrógeno y se usa como catalizador en muchos procesos, incluyendo los de hidrogenación de petróleos.
Propiedades
Es un elemento blanco plateado y brillante, bastante duro, dúctil y maleable. Es magnético hasta los 345ºC, temperatura a la que pierde esta propiedad.
Se presenta en cinco formas isotópicas estables.
Valores de las Propiedades
El níquel metálico no es muy activo químicamente. No se oxida en frío ni se ataca por el agua, es soluble en ácido nítrico diluido y en la mayor parte de los ácidos, pero no se altera en el ácido nítrico concentrado ni reacciona con las bases.
Reacciona con los halógenos en caliente y, en presencia de humedad, también en frío.
El níquel forma principalmente compuestos divalentes (niquelosos), aunque se conocen ejemplos de compuestos en los que presenta estados de oxidación desde - 1 hasta +4. La mayoría de las sales de níquel como cloruro de níquel (NiCl2), sulfato de níquel (NiSO4) y nitrato de níquel (Ni (NO3)2), son de color verde o azul y suelen estar hidratadas.
El sulfato de níquel y amonio (NiSO4 · (NH4)2SO4 · 6H2O) se usa en soluciones para el electroniquelado.